Diario De A Bordo

 

Galleros. De ley con aura furtiva. Un submundo cerrado, que contemplamos con mirada indiscreta, traspasando su corazón. Ese que palpita el doble durante la lucha. Sin olor a muerte. El desprestigio es no hacer honor a su nombre. El gallo combatiente español alardea altivo de linaje de siglos. Salvajes. Traídos por los guerreros de Atila y cruzados hasta convertirse en una única raza. Descubrimos a los criadores que perpetúan la selección de la especie. Marisa Gallero

 

  • Fotografía: Las galleras del Polígono Santa Teresa. Carretera que da a la zona de Aguadulce.
  • Proyecto: El Brosque y otras veredas.

 

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