Crónicas Ultralocales por José A. Martinez Ramos

Aproximación a su historia

  • Postal Malet | Circa 1960 - N° 28 Calle Veracruz, Rota: Cedida por Gallera Bernal

Dejábamos en nuestro anterior entrega al convento en el estado en que se encontraba en 1688, es decir, rodeado de edificios dentro de un espacio urbano quizás no tan compacto como el que hoy conocemos, pero si ya bastante desarrollado, siendo de reseñar en este sentido la anotación que hace Bravo de Laguna en 1577, que visitó nuestra villa en su viaje de inspección a las defensas de Andalucía por orden de la Corona.

Rota es un lugar cercado de muralla antigua; tendrá lo cercado hasta doscientos cincuenta vecinos, y tiene un arrabal de hasta trescientos vecinos[i].

Volviendo, pues, a nuestro protocolo de bienes del convento, veíamos como el convento se había fundado en la ermita de la Veracruz bajo ciertas condiciones y obligaciones mutuas entre la cofradía de la Veracruz y los mercedarios, a saber, que el convento había de ser de mercedarios descalzos, y no de otra orden, habiendo de conservar el nombre de Veracruz y mantener a la cofradía en el citado convento sin llevarle nada por ello, saliendo de la iglesia como ordinariamente lo habían venido haciendo, y que en caso de que los frailes quisiesen dejar el convento por cualquier razón, quedarían a favor de la cofradía todas las mejoras que se hubiesen hecho en la ermita.

La cofradía, por su parte adquiría las obligaciones siguientes:[ii]

  • Mandar decir todos los años tres misas cantadas a razón de 6 reales cada una, que montaba 18 reales.
  • Tenía asimismo obligación a mandar decir todos los años ciento cuarenta y tres misas rezadas a razón de 2 reales, que montaban 286 reales.
  • Tenía asimismo obligación a dar a este convento 114 reales por las honras de los hermanos difuntos, fiesta de la Santa Cruz, Semana Santa y sermones, quitar los túmulos y ponerlos, vestir y desnudar las insignias y el sermón de dichas honras.
  • Quedaba asimismo a cuenta de dichos hermanos el agasajo de los predicadores, como constaba de determinación y ajuste hechos en su cabildo, con asistencia del prelado de este convento, que unas y otras cantidades importan todos los años para el convento 618 reales.
  • Mas tenía obligación de una misa cantada del Espíritu Santo el día de la elección de mayordomo, y su limosna había de ser de 6 reales de vellón.
  • Mas tenía obligación a dar 60 reales de vellón por la fiesta de la Invención de la Santa Cruz que se hacía en el Convento, sin que fuese a la Iglesia mayor ni viniesen los señores clérigos, y el Convento había de colocar manifiesto el Santísimo Sacramento a las primeras vísperas y a la misa y sermón, y la tarde del día procesión.
  • Mas tenía de obligación dicha cofradía de mandar decir todos los años por la fiesta de Navidad una misa cantada por Diego Martín. Montaba su limosna 6 reales.
  • Mas tenía dicha cofradía mandar cantar todos los años en el altar del Santo Cristo el día de la Santa Cruz a 3 de mayo, una misa por el alma de Juan Bernal, su limosna 12 reales.

  • Azotea de Veracruz Nº 15: Fotografías cedidas por Gallera Bernal

Respecto a la antigüedad de la cofradía, parece fue fundada en fecha incierta anterior a 1570, si bien la carencia de documentación sobre el particular hace que desconocemos con exactitud y apoyo documental las circunstancias que intervinieron en el proceso.

Esta carencia se debe, en gran parte, a que muchos de los papeles de la cofradía se perdieron en 1702 durante la invasión anglo-holandesa, según se señala en el protocolo de bienes,[iii] que fue rehecho entre 1736 y 1737 siendo mayordomos don Juan Bernal y don Martín Pérez Lobato, y en el que se recoge la existencia de la misma en fecha anterior a 1584.

En este sentido, es preciso señalar que los libros de bautismos de la Parroquia de Nuestra Señora de la O nos ofrecen algunas referencias anteriores a la fecha indicada. Así, en 1576 fue bautizado un niño que había sido abandonado a la puerta de la Santa Veracruz, al que se puso de nombre Miguel[iv]. Igualmente, en 1578, otro niño al que se puso el nombre de Juan[v], y en 1580 una niña bautizada con el nombre de María[vi], siendo estos los testimonios más antiguos sobre esta cofradía que he logrado documentar hasta el momento.

Asimismo, fray Pedro de San Cecilio escribe en 1669 en su obra titulada Annales del Orden de Descalzos de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos, que esta cofradía de la Veracruz era la de mayor antigüedad de la villa, dato refrendado por el Protocolo del propio Convento de la Vera Cruz. Respecto a su capilla, estaba ubicada dentro del crucero de la iglesia, en el lado del evangelio.

También radicaba en este convento mercedario la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. 

Al igual que en la mayoría de las hermandades roteñas, los orígenes de la de Nuestro Padre Jesús Nazareno se pierden entre las nieblas de la historia, por más que fray Pedro de San Cecilio en sus Annales del Orden de Descalzos de N. S. de la Merced, editados en 1669[i], nos indique “que habrá poco más de veinte años la fundaron en este convento”. Generalmente, sin embargo, se acepta como más probable la fecha de 1644, que entra dentro de los márgenes propuestos por fray Pedro, habida cuenta de que debieron transcurrir algunos años entre la redacción de los “Annales” y su publicación.

Tres son, hasta el momento, las fuentes documentales que nos hablan sobre los orígenes y el devenir de esta Hermandad, a saber: los ya mencionados Annales del Orden de Descalzos de N. S. de la Merced, de fray Pedro de San Cecilio, de 1699; el Protocolo del Colegio de la Santa Veracruz, de Mercedarios Descalzos de esta Villa, de 1688, y el Libro de Cuentas de la Hermandad, de 1718[ii].

Ateniéndonos a lo contenido en el Protocolo del Colegio de la Santa Veracruz, el 24 de febrero de 1646:

dio este convento a los hermanos de Jesús Nazareno para labrar una capilla, que es la que está al lado del Evangelio, inmediata al púlpito fuera de la capilla mayor, con obligación que hicieron de labrarlo a su costa, por precio y contía de 400 reales de vellón, y con cargo de labrar bóveda para su entierro.

Tal concesión, sin embargo, no se hallaba exenta de ciertas obligaciones, tales como que la  cofradía había de estar sita en el convento para siempre jamás, según su fundación, así como ciertas limosnas con ocasión del sermón y acompañamiento de la Comunidad el Viernes Santo y el las honras  que todos los años había de hacer las cofradía por los hermanos difuntos.

Contiene seguidamente el Protocolo algunas anotaciones referidas a ciertas obligaciones insertas en la regla de la Cofradía, y a la construcción de la capilla, del tenor siguiente:

Que según la regla de dicha cofradía que estaba aprobada por el ordinario, tiene obligación dicha cofradía a decir por cada hermano que muriese dos misas rezadas en este convento, y así debe tener el sacristán copia de los hermanos para pedir la limosna al mayordomo.

Seguidamente se añade:

Nótese asimismo que atento a que el convento dio a dichos hermanos de Jesús Nazareno el sitio que hoy tiene la capilla de Jesús, y que era de este convento, y ellos tenían ante el altar antiguo de esta Santa Imagen, que estaba  en el mismo arco de dicha capilla seis sepulturas que caían en el cuerpo de la iglesia frontero a dicha capilla, fue una de las condiciones que dándoles el convento el sitio que dio para ella y cae al compás, habían de dejar dichas sepulturas referidas al convento para que pudiese usar de ellas a su voluntad, como constaba de la licencia que los superiores dieron para la data del sitio de la capilla y de su petición, su fecha en 19 de agosto de 1670 años, y de la licencia dada por el Padre Provincial y Definidor en el convento de San José de Sevilla en 26 días de mes de septiembre de 1660 años.

Respecto a la fundación de la Cofradía, refiere fray Pedro de San Cecilio en sus Annales lo siguiente:

Inmediata al pilar que del crucero la divide (la nave de la iglesia) por la parte del Evangelio hay una capilla, labrada desde sus cimientos por los hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno, que habrá poco más de veinte años la fundaron en este convento el Alférez Lope Díaz, y Felipe Sánchez, sus primer Prioste y Mayordomo, con otros vecinos de lo muy bueno de esta Villa, alentados todos con las exhortaciones del padre fray Francisco de San Anselmo, Predicador de mucho espíritu y moción, natural e hijo de nuestro convento de San José de Sevilla.

Hace su procesión esta Cofradía el Viernes Santo por la mañana, saliendo del convento hasta el Calvario, donde sus Oficiales tiene comenzada a labrar un ermita en que se remata la Vía que llaman Sagrada, con Cruces a trechos en lugares y sitios convenientes, según la tradición que de esto tiene la Iglesia, en piadosa remembranza de los pasos y sucesos del Redentor del mundo desde que salió de casa de Pilato con su Cruz a cuestas, hasta que fue depuesto de ella por José y Nicodemo para darle sepultura.

 Después que esta Cofradía se instituyó, no ha pasado año en que sus Mayordomos y Priostes dejen de hacer alguna cosa señalada en su alimento, y con esto ha llegado a muy alto punto de reputación. La capilla susodicha está muy bien acabada: tiene su retablo de madera dorado, y en sus nichos las imágenes de Cristo con su Cruz a cuestas y las demás convenientes a la representación de aquel paso, todas ellas decentemente vestidas; una lámpara de plata y los estandartes e insignias necesarias, en que se ha mantenido el buen celo y fiel administración de los que han cuidado de fomentar esta memoria.

 De todos estos enseres se da puntual razón en el Libro de Cuentas, del que puede asimismo colegirse en parte la composición del desfile procesional en aquel tiempo, a tenor de las insignias que, según dicho Libro, se sacaban a subasta anualmente, a saber: Campanilla, manguilla, trompetas, tazas, guión principal, senatus, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, palio, inri, lanza, banasto, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, la Santa Mujer Verónica, y San Juan Evangelista.

En el preámbulo de las convocatorias de subasta, acordadas en cabildo convocado a efecto, se hace constar que 

por cuanto la dicha cofradía tiene por su estatuto principal según su regla el que el Viernes Santo al amanecer salga al Calvario en procesión la imagen de Nuestro Padre Jesús, yendo por la calle en procesión camino de la Vía Crucis, en esta atención acordaron salga dicha procesión el Viernes Santo inmediato a la hora que dicha regla dispone, y que los hermanos de penitencia[iii] y demás que acompañasen en dicha procesión vayan con toda decencia, devoción y compostura, y con la mayor edificación, para lo cual se mandó que las insignias de dicha cofradía que deben ir en dicha procesión se publiquen en cabildo abierto, rematándolas en quien hiciese mas limosna y beneficio, a dinero de contado o al fiado.

Respecto a las imágenes de culto de esta cofradía, que el Padre San Cecilio recoge sin enumerarlas, eran, según el referido Libro de Cuentas, las siguientes: Nuestro Padre Jesús Nazareno; Nuestra Señora de la Soledad; San Juan Evangelista y Santa Mujer Verónica. En cuanto al retablo, se conoce una descripción tardía, procedente del inventario número 5 de bienes del Convento redactado a raíz de la Desamortización de 1835[iv], cuyo texto es el siguiente:

otro altar perteneciente a la hermandad de Jesús, con retablo de pino pintado, un nicho con cristal y la efigie de Jesús Nazareno con túnica de terciopelo morado bordada de oro, y a los lados San Juan, con vestido verde y capa encarnada de seda, y la Virgen con manto de terciopelo viejo y galón de plata falso, todas tres efigies de candelero, la corona y las potencias de Jesús de plata y la diadema de San Juan y lámpara mediana del mismo metal.

 


  • [i] Citamos por el ejemplar conservado en la Biblioteca Nacional, Madrid.
  • [ii] Conservados en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid.
  • [iii] Hermanos de azotes, en el acta de 1724. La redacción del preámbulo suele variar ligeramente de un cabildo a otro.
  • [iv] Archivo Histórico Provincia de Cádiz, legajo 1257, expediente 7.11.

  • [i] Sancho, H. El viaje de Bravo de Laguna y su proyecto de fortificación de las costas occidentales de Andalucía de Gibraltar a Ayamonte. Instituto de Estudios Africanos, 1957, p. 71.
  • [ii] Archivo Histórico Nacional, Clero, libro 2078, Protocolo de Bienes del Convento de la Merced. folio 21 vuelto.       
  • [iii] AHN, Clero, libro 2077, Protocolo de bienes de la cofradía de la Santa Veracruz.
  • [iv] Archivo Parroquial de Nuestra Señora de la O, Bautismos, libro 6, f. 2v.
  • [v] Id., folio 51.
  • [vi]Id., folio 92.
  • [vii] Fray Pedro de San Cecilio nos dice en sus Anales que habría “poco más de veinte años” que se había fundado. Como los Anales se editaron en 1669, un cálculo prudencial nos daría la fecha que indicamos, había cuenta que la primera referencia documentada de esta cofradía es de 1646. (Obra citada, tomo 1, f. 466)

 

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